jueves, 30 de diciembre de 2010

Formalidad.

Yo os voy a felicitar el año nuevo, que responde al calendario gregoriano, que aunque su génesis siempre viene determinada por la cuestión religiosa - nos persigue -, hoy es más una medida del tiempo acordada por humanos en nombre de humanos, y lo prefiero al que hacen los súbditos en nombre de Dios.
Por tanto, Feliz año nuevo.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

De tí y de mí.

Hoy escribiré algo. En verdad (todo se pega) creo necesario hacerlo.
No soy perfecto. Parece obvio, pero a veces me parece lo contrario. A veces lo dices directamente - cada vez menos, por suerte - y otras lo dejas entre líneas. Pero no soy perfecto, y es obvio. No quiero ser aquella imagen inmaculada, aquel conjunto de notas dispersas que dan lugar a la sinfonía que buscabas, la que intentabas silbar pero que nunca te salía. No soy eso. No lo soy, porque soy más que eso. Soy yo.
Alguien dijo que "Yo soy yo, y mis circunstancias", y tu eres la circunstancia que me permite ser yo en plenitud. Y yo quiero ser tu circunstancia. En tanto en cuanto consiga serlo y te permita serlo tú también, ambos seremos libres y estaremos condenados a estar cerca. Amo las paradojas.
Parece complicado, pero en realidad es lo más fácil del mundo. Siempre nos gustó complicarlo todo, pero hoy no, hoy lo vamos a hacer fácil:
Yo soy aquel al que su madre no le dejaba hablar en público, siempre intenté opinar de todo, apenas levantaba poco más de un metro desde el suelo, y ya me creía con valor para opinar sobre política, sobre familia, sobre dinero. Mi madre siempre lo dijo: eres un sabiondo, y a los sabiondos no los quiere la gente. Llevaba razón;  no me querría la gente, pero nunca supe estar callado.
Es curioso, pero ahora, cuando empiezo a tener idea de las cosas, lo estoy,  reservo mis fuerzas y argumentos para los momentos que considero. Aún así, de vez en cuando, aún me invade mi espíritu sieteañero y alzo la voz. Y de nuevo, todos miran, todos callan. Odio que callen, guardan lo peor.
Yo soy aquel al que su infancia, como ves, le marcó. Siempre fui el disidente de la pandilla, aquella que crearon los guays de mi clase y que la glorificaron sus estúpidos seguidores para ser escogidos en su equipo del recreo, y los más afortunados, eran invitados a dormir en casa. Yo siempre renegué de aquello, hice mi pequeña escisión, que me valdría para ser traicionado, apartado, y humillado. En demasiadas ocasiones. Pero me mantuve firme hasta terminar sexto. Creí que ahí acababa mi suplicio.
Nunca fuí el empollón, nunca estudié demasiado, pero siempre estuve por delante. Mi primera novia, en segundo de primaria, decía que me quería por lo listo que era, aunque estuviera gordo. A mi no me gustaba ella aunque fuera de las guapas, pero me animaba escucharla, y además su madre me regalaba los cromos en la tienda que tenía. Los líderes de la pandilla nunca lo comprendieron, y la empezaron a tratar como a una loca. En realidad lo era. Yo la dejé. Ahora, con el tiempo, me doy cuenta de que no he cambiado absolutamente nada. Nunca volví a tener novia, aunque sí estuve enamorado. Tuvieron que pasar unos 9 o 10 años.
Aprendí a leer temprano, en el verano anterior a entrar a primero, fue el micho, con mi padre en la placeta de mi casa, y llegué al colegio siendo el que más rápido leía. Leía hasta el periódico de la maestra. Un histórico rival de la infancia, decía que yo sería el hombre del tiempo de mayor, porque me sabía todas las ciudades y los países. Quizás de ahí mi pasión por Maldonado. Siempre veía el tiempo para adivinar todas las capitales antes de que salieran. Pero jamás me compraron un libro, sólo un atlas para mi comunión, el cual devoré, me aprendí todas las banderas - o casi todas -. Pero nunca me compraron un libro, por eso nunca me aficioné a leer cotidianamente.  Todo lo que sabía, lo sabía por el periódico, las revistas, la televisión y mi intuición. Desarrollé mi intuición, y hoy es mi valor más preciado.
Mi abuelo paterno es, junto a mi madre, la persona que más me ha influído. Así como con mi madre desarrollé técnicas para ser lo contrario a ella - o intentar serlo en el sentido más conservador - de mi abuelo sólo puedo decir que aprendí muchas de las mejores cosas que tengo. Aprendí a odiar a Franco, sin haberlo conocido, aprendí a tener palabra de hombre siendo sólo un niño, aprendí a ser valiente, cuando todo indicaba que sería un cobarde. Y aprendí que quería aprender. Siempre dijo que yo sería el nieto que llegaría lejos, y me lo decía con una rotundidad y simpleza que aún hoy me estremece, años después de su muerte. A veces siento que le estaría decepcionando. Pero al igual que soy yo contigo, también lo debo ser con él. De lo contrario, me decepciono a mí mismo.
Mi padre es una gran persona, pero nunca tuvo mucho que aportarme, aunque yo le siguiera a todos lados, aunque le ayudara con sus ventas de invernaderos, aunque continuamente le preguntara todo. Muy pocas veces me sabía responder. Siento que se siente decepcionado por ello, como si pensara que no fue capaz de enseñarme nada, como si se sintiera culpable de que a los años yo acabara siendo comunista. Él esperaba otra cosa para mí, me veía jugando a ser empresario, le hacía sus facturas proforma con sólo 12 años ¡cómo no lo iba a esperar! Creía que sería un hombre de éxito. Y es cierto que busco el éxito, no lo voy a negar, pero de otra forma.
Siempre tuve complejos, de pequeño era gordo, lo que en mi pueblo se conoce como un tapón de balsa, sólo me quiso aquella niña que estaba un poco loca. Mi obesidad desarrolló otros complejos, era inseguro, y mi rebeldía infantil mezclo la inseguridad con el odio. Y juntas paralizan. Siempre he tenido problemas para hacer amigos, para conocer gente nueva, por ello.
Me dejo mil cosas, que te las iré contando conforme tenga sentido hacerlo. Pero si algo estoy descubriendo es que en la búsqueda de mi infancia obtengo todas mis respuestas. Necesitaba contarlo, para que tú también las obtengas.
En realidad, no sé a cuento de qué escribo esto, entre otras cosas porque no sé escribir.
Pero quiero que me descubras por tí misma, y no quiero que esperes de mí lo que esperas encontrar. Quiero que me esperes a mí, sin prejuicios, sin grandilocuencias.
 Pero antes quiero recordarte que yo soy yo, y además,  infinito. Como también lo eres tú.
Con suerte, algún día tú también dirás conmigo.
Muérete Flanders.

jueves, 14 de octubre de 2010

Me haces sentir.

Tengo tanto guardado, tengo tanto, tanto... que siento miedo sacarlo fuera, sería algo espectacular, extraordinario, mis allegados no me reconocerían, quienes tenían una imagen de mi tendrán que incorporar nuevas características. Tengo mucho guardado, y tu lo has trastocado todo, intento ordenarlo, permanecer frío, pero me resulta complicado.
Hacía mucho tiempo que no ponía tanto empeño en que nada se modifique, he perdido la práctica, siempre me sentí seguro, calculador, yo marcaba las pautas, pero ahora.... ahora no controlo ni los tiempos, bueno lo intento, pero en cualquier momento se me desmorona todo, tengo miedo, mucho miedo.
Me haces sentir, y descubriéndome ante mí mis debilidades, me haces fuerte.
Muérete Flanders.

martes, 5 de octubre de 2010

Chorretón dlptv

Que se yo que os va a gustar.


jueves, 23 de septiembre de 2010

Difícil

Necesitamos un gusanillo que nos haga vivir, si, me refiero a eso que se mueve, que te inquieta, que te hace moverte, mueves las manos como cualquier idiota, como un chimpancé te rascas la cabeza, o la perilla, o la perilla afeitada ¡qué más da! si lo que quieres es quemar de alguna forma ese azogue, que denota que tienes algo que se mueve dentro, entre manos, en la cabeza, que no se va, que la tienes delante, o la has visto pasar, o sabes que vendrá. Yo lo necesito, lo necesito porque es lo que me hace investigar, mejorar, fijarme, comparar - esa es mi competitividad, y no la materialista -. Desde hace días tengo el gusanillo, le he apellidado de la vida, porque me da vida, me hace preguntarme cosas.
Pero lo voy a reconocer, y reconozco que me impide desplegarme en todo mi potencial, aquel que tuviera, pues tengo un fallo; antes de quedar bien, intento no quedar mal, y ello me limita. Yo lo sé.
Y si te preguntas ¿Por qué parezco un idiota nervioso cuando te hablo? es porque lo soy, no lo puedo evitar, y aseguro que contigo, el gusanillo es difícil esconderlo.
Muérete Flanders.

martes, 17 de agosto de 2010

Vencer

Tengo un primo que siempre pensé que era tonto, de hecho aún lo pienso, pero he abierto un espacio a la duda.
Es un caso curioso, el tipo es un inconsciente, de los que se juegan la vida a menudo, ya sea con el coche, con la moto o con la boca. Es inconsciente en todas las facetas de su vida, siempre juega para ganarlo todo, apostando todo. Pero es un tipo con suerte: siempre que lo ha perdido todo, ha tenido repesca.
He tenido unos días con él, le he podido observar, y de paso me observaba a mí mismo frente a él. Definitivamente soy todo lo contrario, yo mido cada paso que doy, aunque sea después de darlo, pero este tipo no mide más allá de su frente.
Conociendo esta vida, esta sociedad, yo tendría todas las de ganar y él todas las de perder, y siendo objetivos yo estoy ganando, pero... pero hay algo que me tiene confundido: no pierde la confianza en su estrategia de vida.
O es rematadamente tonto, y no se da cuenta de sus errores, o es muy listo y ha comprendido que sólo así sabe vivir, por lo que tendrá que aprender a recuperarse cuando pierda, cosa que  hasta ahora ha hecho siempre.
Ha demostrado que sabe perder por tanto, pero, ¿sabrá ganar?
Al igual que la vida no es sólo lo que se hace, sino que también cuenta lo que no se hace, y os aseguro que cuenta mucho, no sólo basta con aprender a luchar, a perder, a resistir, también hay que saber ganar. Porque una cosa es ganar, y otra, es vencer. Vencer es aprender a ganar.
Yo lo que quiero es vencer,  pero un idiota sólo piensa en ganar. Quizás mi primo está venciendo a su propia derrota que lleva consigo mismo. Le daré un espacio a la duda.
Muérete Flanders.

martes, 3 de agosto de 2010

Moraleja

jueves, 1 de julio de 2010

La verdad amarga.

Amigo, compañero, camarada: la verdad amarga. La verdad si es dulce, no es verdad, es dulce, pues la verdad amarga.
Amarga desde el momento que sabes que la verdad se acaba, que muere y morimos, y que convivimos con ella. La verdad puede ser bella, pero la verdad es amarga. A nosotros nos toca endulzarla, pero jamás pintarla, taparla, sólo un necio tapa una verdad amarga. La verdad está ahí para transformarla, no para disfrazarla, ni para esquivarla, está para asumirla, aprender de ella, para usarla.
La verdad es una herramienta revolucionaria camarada,  amigo, la verdad está para cambiarla, pues la verdad es lo real, y lo real eres tú.
No hay más piedra en el camino, pues no hay más camino que el tu dibujes. Asumir esa verdad, es el primer paso, para transformarla.
Camarada, compañero, amigo, la verdad amarga, de ti y de mi depende, que podamos, en lo posible, sustituirla, reemplazarla.
Muérete Flanders.

* Para Juan,  por sus conversaciones, sus apoyos y los míos, por sus lamentaciones y las mías.

El fallo.

Quizás es en esos momentos cuando llevo razón. Quizás consigo verlo todo más claro, más exacto. Quizás me niego a creer que la cordura la tengo cuando la genero artificialmente, que durante el resto del tiempo vivo en una semi-ignorancia, en una inocencia. Aunque quizás todo sea producto de mi necesidad por buscarle los tres pies al gato, siempre incisivo, siempre insuficiente, siempre cruel conmigo mismo.
No consigo determinar cuándo llevo razón, si ahora o en el otro momento. Si en el estado natural, o en el artificial, o si por el contrario, el artificial no es más que una apertura más profunda hacia el natural. Objetivamente he tenido grandes ideas, pero en cuanto se refiere a mí, hacia mí mismo, suelo ver lo peor, me desanimo, me quiebro.
No sé determinar qué es producto de mi consciencia, y qué lo es de una paranoia generada artificialmente, y esto me preocupa. Me preocupa no saber tomar las decisiones necesarias, pues no se cual es mi análisis cierto, no se cual es el verdadero, si el que creo que es verdad, o el que sospecho que lo es.
Contigo me pasa lo mismo, tengo dos posiciones enfrentadas, aunque las dos determinan lo mismo. Había una tercera vía, más positiva, inocente, pero ya apenas la contemplo.
Ahora sólo me centro en buscar el fallo, porque se que lo hay, lo siento. Cuando lo encuentre, si es que lo hago, no intentaré cambiarlo, será parte de mi, pero habré aprendido algo.
Muérete Flanders.

viernes, 25 de junio de 2010

Golpe de suerte.

Es difícil poner en orden las cosas, marcar prioridades, objetivos y principios insoslayables. Si la cosa es complicada en singular, en primera persona, aún más complicado se hace con sujeto múltiple. Hacer coincidir las cosas desde varios puntos de origen, en un nexo común, en un interés de ambos.
No es de recibo hacer una derrota de la incapacidad para unir, hay factores externos que escapan, que son espontáneos, libres, que no atienden a objetivos ni a origen, y que en el fondo son, los que hacen que la vida sea entretenida, imprevisible, que merezca la pena ser vivida.
Ocurre también, que los golpes de suerte no son equitativos, no se reparten, quizás es hasta todo lo contrario, se sostienen desde la mala fortuna de otros, diría que hasta se ceban, y diría que ese es mi caso.
Siempre he sido de los que se autoflagelan por ello, de los que tienden a buscar un motivo a todo, la autocrítica como látigo que me fustiga, pero hoy se ha acabado, a partir de hoy  yo espero mi golpe de suerte, ese giro espontáneo que me haga funcionar mi orden de cosas.
Muérete Flanders.

domingo, 20 de junio de 2010

Ella.

Hoy la he visto, la he mirado a los ojos, y me ha gustado más. No lo había hecho hasta ahora, perdía el tiempo en otras cosas. Podría mentir, decir que lo primero que vi fue a ella, pero no lo fue, vi sus labios, su pecho, su cuerpo, y me imaginé todo lo demás. Pero hoy la he visto de verdad, la he visto a ella, y me ha gustado más.
Me encantaría decírselo, contárselo, y sobretodo, recordárselo. Puede que no pidiera mucho a cambio, seguramente me conformaría con que me hablara  al oído, pero temo no tener nunca suficiente.
Le miraré muy fuerte, quizás, con suerte, ella me pueda ver a mi.
Muérete Flanders.

jueves, 10 de junio de 2010

Posibilidades.

Si hubiera continuado eternamente con mis primeros amigos, estaría donde estoy hoy. Si me hubiera emancipado en otra ciudad, sería igual que ahora. Si hubiera tenido una relación estable, seguiría soltero. Si hubiera escuchado otra música, hoy sería comunista, o al menos, querría serlo. Si hubiera tenido el coraje para decírselo, habría sido igual.
¿Cómo serían nuestras vidas en otras circunstancias? No me importa. Es absurdo plantearnos otras posibilidades virtuales, no sirve, es falso, estamos predispuestos a crear un resultado y nos manipulamos a nosotros mismos, es inútil, estéril y diría que hasta imprudente plantearse algo así. Creo, sinceramente, que la personalidad al final se impone, tanto para el que la tiene, como -evidentemente- para el que no.
No hay más vida que la que ves pasar. Compréndela.
Muérete Flanders.

sábado, 5 de junio de 2010

Hoy conocí a un idiota.

Hoy conocí a un idiota. No es común, es un idiota especial, de hecho para mucha gente, es su idiota.
Hay idiotas que hacen gracia, que son hasta ingeniosos, que burlan, saltan, responden con una idiotez propia de una persona casi inteligente, no en vano, para mucha gente, la inteligencia se mide en el humor.
Pero no os hablo del típico idiota que hace del humor su altavoz, su propagación de idiotez al mundo, os hablo de un idiota más negro, más turbio, más serio en términos generales. Este tipo de idiota, es un idiota triste, enfadado, yo diría que deprimido, amargado, y puede que falto de cariño. Hasta los idiotas necesitan cariño.
Os describo al idiota que utiliza la idiotez como herramienta ofensiva, como arma, espada, piedra y tirachinas, pero también como escudo, como sentido de su propia existencia. Al fin y al cabo, es un idiota.Un idiota que pretende herir, dañar, ofender, llega a confundir, y por supuesto convence a otros idiotas, y esto es curioso, porque los idiotas entre sí, o son uña y carne, o agua y aceite. Para los idiotas del amor al odio hay dos letras. No saben lo que conlleva ninguno de los dos sentimientos. Yo, a este idiota, le muestro indiferencia, que es lo que hay que mostrarle a los idiotas.
Muérete Flanders.

martes, 1 de junio de 2010

Cuco

Manolo de Cospeito (Lugo) estaba concursando en Quiere Ser Millonario, y hacia el final del programa estaba ganando 500.000 euros.
"Lo has hecho muy bien hasta ahora" le dice Carlos Sobera, "pero para la última pregunta por un millón de euros solo te queda el comodín de la llamada. Es una pregunta muy dificil... ¿quieres continuar?"
"Claro" dice Manolo, "vamos allá"
"¿Cuál de las siguientes aves NO construye su propio nido?"
· A: Gorrión
· B: Tordo
· C: Urraca
· D: Cuco
"No tengo ni idea", dice Manolo, "así que usaré el comodín de la llamada para hablar con mi amigo Paquiño en Cospeito.
Manolo hace la llamada y le repite la pregunta
"Arredemo Manoliño" dijo Paquiño, "Está tirao, es el cuco"
"¿Estás seguro?"
*"Carallo, sí que lo estoy"
Manolo colgó el teléfono y le dice a Sobera, "voy a poner como respuesta el cuco"
"¿Es tu última respuesta?" le dice Sobera "Si señor" le responde Manolo.
Hay una larga, larga pausa, y entonces el presentador grita "¡¡ Cuco es la respuesta correcta !! Manolo, has ganado un millón de euros !!!!!
La noche siguiente Manolo y Paquiño están celebrándolo en una taberna de Cospeito.
"Dime Paquiño, ¿cómo demonios sabías que el cuco no construye su propio nido?"
"Porque vive en un reloj, carallo"

domingo, 23 de mayo de 2010

LosDelGas

Como es domingo, hace buen día, y estoy de muy buen humor, me voy a poner en plan musiquero.
Yo no se si conocéis a "LosDelGas" pero si no lo habéis hecho ya, y os gusta la música de buen rollo con armonía rockera, ésta puede ser una muy buena opción.
Yo los conocí por esta canción, la cual, no hay duda, está llena de razón:


Como son gente con criterio, me enamoraron con la segunda:


Finalmente, para darle sentido a todo, confirmaron que son gente muy grande, enormemente grande.


Seguro que ahora, te sientes mucho mejor.
Muérete Flanders.

viernes, 21 de mayo de 2010

Tipo Duro

Soy un tipo duro, si me pinchas doblo la aguja. Antes no lo era, pero endurecí la piel, ahora tengo callos por todo el cuerpo, los tengo en la cara, también en la nuca, en todos lados, excepto en glúteo, que ahí no tengo, no por  fobia que nadie se alarme, es una cuestión de gustos. Soy un tipo duro, aunque por dentro sigo tierno, incluso llego a estremecerme, pero no lo notarás en lo externo, ahí soy duro como la muerte.
He recibido palos por todos lados, de todas las formas, pero ya no me duelen, me ha costado, pero le he encontrado el placer. Soy un tipo duro, muy duro, y a veces soy duro contigo también.
Muérete Flanders.

martes, 18 de mayo de 2010

Consejos de pueblo.

Si no tienes de qué hablar, habla de fútbol, si no sabes de fútbol, habla de coches, si no sabes de coches, no hables. Prefiere no hablar, y menos de política, a menos que sea para insultar. Si sabes insultar, hazlo.
Las reglas del pueblo son claras: no destaques, no opines, no pienses; asume o destruye. No hay medias tintas en el pueblo. La duda es debilidad en el mundo de los fuertes, y la fuerza es cuantitativa.
Cuando comprendas esto, sabrás, por qué cuando me dicen pueblo, me suena a triste, me suena a jaula.
Muérete Flanders

sábado, 15 de mayo de 2010

Perdí el hilo de la conversación



No tengo conversación, se me fue perdiendo. Perdí las formas, no tanto las ideas. El contenido lo guardo, aún lo tengo, pero el continente se convirtió en hielo, sólo enfría.
No siempre fui así, alguna vez supe entretener, de hecho según con quién y cómo, aún se, pero perdí las dotes para la mayoría. Podría recuperarlas pero no se si quiero, en realidad, siendo honesto, tampoco se si puedo, pero en esto mejor no pienso. Perdí el hilo de la conversación, la genialidad constructiva, el divertimento. Ya no entretengo, ahora aburro, no siempre, pero sí con más facilidad. Me asusta.
Hay un ácido que me motiva, pero no debo,  al menos de manera constante, usarlo. Pero si lo uso me atrevo, y me crezco, me gusta, y te puedo asegurar que a ti también te gustará verlo.
Muérete Flanders.

viernes, 14 de mayo de 2010

No será un blog de política.

Ya se que lo estás pensando, pero no, este no será un blog político. No lo será porque es mi vía de escape, mi punto de apoyo donde me deposito, me alojo.
Habrá paranoias, humor, reflexión, debate, pero no, no habrán manifiestos, convocatorias, llamamientos, pues para eso ya tengo otras herramientas.
Es absurdo a estas alturas que te mienta, sabes perfectamente que yo no soy nada sin el movimiento que me envuelve, y yo lo se, y se que lo sabes, pero no pretendo utilizar esto como un escaparate de mi, no me vas a conocer completamente por un blog, es tan sólo una forma de seguir siendo yo, con todo lo que eso conlleva conmigo mismo.
Tómatelo como un acercamiento, una invitación a la distensión, este es el cigarro de después, la cerveza de la celebración, la tarde en el campo.
Me irás conociendo, y me iré construyendo. Los dos aprendemos.
Muérete Flanders.